31/5/09

Corazón Salado

Un coro de niños en la calle me despierta de mi borrachera.
No es alcohol si no falta de sentimiento.
Esa luna parece danzar en el infinito, cuando esa persona se marcho, de mí.
Cuando en la noche, enjuague mi mierda con agua podrida, que sentí que parte de mi abandono mi ser de la nausea, del asco, de la excitación casi pedofila de sentirme lleno de rabia pasada, de inútil rencor, de sentir que los demás contaminaban mi ser.
No para nada, el mundo es como una harmónica sonando chusca, un órgano que vibra disonante, para mi y para ti, suena en la inmensidad del cielo, por mas cursi que sea..

Suena en las cloacas, debajo de mis pies, como un trompeta con sordina interpretada por un hombre que al faltarle un par de dedos, hace que su sentimiento sea más grande, mas genuino, mas ávido de corteza fraterna.

Los arpegios de una luna solitaria, pareciéndome que no somos nada, ninguno, poca cosa en esta inmensidad.
La gente no lo sabe, no se puede repetir, eso que tengo para contar, es como un brillo antiguo en cada parte de lo que siento, de la espera.

Un abrazo de la parca, me envuelve en papel de periódico, como los labios descarnadas, besando la desesperación, la lamentable realidad, el tocar el frío, el romper las vestiduras, de haber cambiado mis sentimientos, mis sueños, mi anhelo de calor de un semejante, el dolor, se traga como licor caliente, que me quema, que nos quema a todos tan verdadero como el perderlo todo, como el tratar de dejarlo todo, de seguir una idea.

No hablare mas de ti, guardare solo los buenos recuerdos, solo tengo para decir, tu conmigo, así como una gota de sangre corriendo por las cuerdas.
Así como un arco deslizándose suave por el puente.
El humo del vapor en las piedras, la lentitud ad aun mas cansada, en la espera, en el respirar, en esa misma risa burlona que es el destino.

El trepidar de las lagrimas, la solidificación de la amargura, y la redundancia de la melancolía, enamorándose de la ansiedad, del vicio de la necesidad, de la eterna búsqueda de aquello que perdimos, como un lamento que no ha cesado jamás, una cercanía del dolor, tan natural tan parecido al ser humano.

De la misma tierra, de la misma carne, del mismo latir, de las cosas. Tanto que no puedo soportar el perder todo, el pensar en que todo se acabara, sobre que es el correr del tiempo, de que vale nacer para morir, de que sirve. Ver las cosas crecer para marchitarse.

El egoísmo, tan normal, dicen, la ignorancia, tan perdonada siempre, la necedad tan sutil, tan arraigada. He entendido que quien ha perdido perdón, en verdad, no necesita pedirlo, no necesita decir que ha de cambiar, no necesita la aprobación de los demás, cuando de mentiras se vive, pero quien se engaña mas quien esta tan solo, tan desgraciado que esta rodeando de falsedades, de una farsa llamada vida, llamada sociedad?, llamada convenciones , cuando el hombre se dará cuenta, cuando?
Cuando ya no haya nada que salvar, cuando no haya ningún semejante al que salvar, en ese momento tantas ley, tradiciones, burocráticamente muerta que no sirve de nada, de solo echar las monedas como si eso hiciera feliz, como el amontonar tierra debajo de las uñas de tener las manos sucias, de pensar que seguir el curso es casi un elixir mediocre, repetir el teatro del ahogar la mente en un vaso a medio llenar.

Me amputo la soledad, revelo mis verdadero ser, no tengo necesidad de odiar mas, no me queda ni una pizca de ira ya, necesito gritarlo para curarme, entonces. Debería hacerlo. Y grito si eso hago, sin más que buscarle palabras a eso.
Deberías hacerlo, ya no mañana, hoy, ahora mismo, ya casi se paso el tiempo.

Al final contemplo, los ojos cansados del arrepentido, del quebrado, del viejo lastimado, que sufre por no haber reaccionado.

Se continua, sin leer la letra pequeña, sin importarle ese mensaje entre líneas, esa pequeña luz, o sonido tangible, como una caricia indescriptible, como la única cosa realmente buena, realmente pura, que parece sonreír al mismo tiempo que esta creando, que esta tranquilo, sin pensar en el tiempo, de recordar solo las cosas que alivian, que son tan importantes para cualquiera que se atesoran con una mano en el pecho.
Ese algo que es como el mismo respirar, que ni tengo palabras para mencionar, pero no importa.Solo quiero soñar despierto, yo solo quiero ser, quiero seguir adelante, solo quiero sentir que corre la sangre por mis venas, el aire por mis pulmones, y que este cuerpo que va a morir alguna día, es bueno dejarlo atrás, que es bueno seguir adelante, que hay algo mas donde sea que este, que me busca o lo busco, un lugar, un ser, un tiempo distinto, donde todo esto ya no signifique nada.

15/5/09

Insulto Personal ( El Cuchillo y/o Hacha)

Seco mis ojos, enjugados con gracia, después de trastabillar con mis propias enaguas.
Mis huesos que parecen no pesar ni un sentimo se mueven por inercia al costado norte de la habitación.
Siento que la imagen de la bruja negra en el libro blanco de letras doradas me mira, como riendo, yo respiro nicotina y permufe como contestándole, como insinuando mi perdida.
A la vez estoy exigiendo perdón, aunque no me arrepiento de lo que hice, bueno a veces, quizás.

El sabor del aire caliente en la tarde, parece como carne fresca, como sudor caliente de niña emocionada, acaricia mis fosas nasales, mueve mis pechos como tragando mi alma como si fuera una progenie que se ha podido gestar así misma.
El huevo o la gallina, la escalinata de madera que tan seca esta que hace rechinar mis zapatos, golpeando como un gato con botas, que crujen contra la madera vieja, los manchones de lodo no dejan que continue mi camino y mi cuerpo débil brota sudor azulado oscuro.

Mis ojos bien abiertos no ven el sol, hay niebla en el ambiente, las gotas del rocío bañan mis mejillas,me saludan como plumas haciendome cosquillas en mis glúteos , mordiendo mi nalgas y arrancándome un fuerte gemido como si de un trabajador de la tierra tratando de cavar una zanja con toda su hombría se tratase, usando ambas piernas con toda la fuerza de la cintura así moviendo su órgano, al caer cerca del filo de una guadaña, pero para el consuelo las cortesanas como yo, aun no ha perdido la fruta madura que cada vez le da mejor uso.

La miel que cae de mi boca, no es el dulce, parece mas liquido viril de un ser bien dotado que no pudo salir de mi útero, de una muy buena formación casi santa pidiendo bendición, pidiendo exaltacion, y extremaunción, pero los sonidos corporales de los huesos en su interior, su corazón de niño y sus jadeos como si de una criatura se tratase no le dejan tener una razón para ser considerado por las damicelas que aun no están listas para ser madre.

Ah cielos! Me enamoro de ellos, con un joven tan grueso como la potencia de una manda angelical me hace ponerme de pie, rosando el frío metal en mis interiores, como amandome a mi misma, reprimiendo la sensación de ser poseída una y otra vez.

Que claro pero confuso es el dulce que llevo en mi boca, la sensación de estar sudando al momento del final del placer, nunca lo pensaba al mirar mis sudados ojos, mis labios apretados y el cuero atandome, cuando las espinas parecían abrazarme lo poco que quedaba de mi de piel estaba sucia, manchada…

Mi traje blanco ya no me disfraza, mi libro ya no pesa mucho menos que el cañon que tiene en sus manos, y mi feminidad vale cada vez mas, golpea su cabeza tantas veces en las paredes al caer una y otra vez, y yo susurro:

Que hecho??!!, ¿Qué acabo de cometer?!!
He matado a mi único amigo!!

Me muevo tan lentamente, mientras me visto, y veo que el agua limpia mis heridas, veo a una virgen aun al mirarme al espejo,veo un padre ya no molestando nunca mas, veo una puta tratando de que yo vaya a la luz, creo que en vez de eso abrirá de piernas y el calor que siente la hará tragarase sus promesas, es cuando me doy cuenta, y dejo de reír, cuando algo se apodera de mi, apoyo el ahora frío metal en su cabeza..

Siento como un trueno pasa por mis manos, mis brazos..y un minúsculo chispazo de luz destierra todas sus penas y las mías por que no, sus ansiedades y las mías porque no, y nociones de la vida vieja que llevaba, como si eso también me liberara a mi, como si ahora fuera libre, y como lo soy es cuando le dije..


Fin de Transmisión

13/5/09

Flores Ambarinas, No Quiero Vivir Con La Cabeza En Un Pozo

No sé a dónde voy; solo sé que quiero estar solo. Busco el tren que me lleve lejos de aquí, dejando a los míos. Por eso les deseo que siempre sean felices.

El martes se fue, como mirándolo por las vías, en la noche, no importa cuanta gente vaya en él, ya que mi vagón esta vació. Es donde viajamos los vagabundos, los que siempre escapan de algo mirando las estrellas, que a las afueras de la ciudad parecen brillar más fuerte.
Lentamente el pasado se aleja de mí, como si fuera el viento que tan solo pasa, despeinando mi cabello. Tan solo recuerdo esa brisa somnolienta, es cuando se cierran mis ojos. Me acuesto en el suelo, con mi maleta como almohada, mientras el ruido del paso por los durmientes, hace que le dé un ritmo a mi sueño.

En ese momento siento como si por alguna razón, me encontrara en la otra punta del mundo, como si algo me hubiera atrapado a mí, con mis emociones. Que a pesar de estar dormido, siento el frío, los golpes, incluso a las personas mientras todo esto ocurre.
El cielo se abre aún más; ahora los edificios desaparecen. Son grandes montañas de arena. Veo antiguas construcciones que están en ruinas. Un palacio de color blanco, con una media luna en la punta; en ese instante, ya no siento el heno del tren, ni el olor a madera vieja y a humo. Ahora siento olor del mar, siento el suelo duro en mis pies. Puedo tocarlo y se siente como un lugar desconocido al que recuerdo.

Siento mis pies que estaban en posición horizontal, ahora en posición vertical; comienzan a moverse cada vez más rápido y empiezo a correr. Sin saber por qué, alguien me persigue. Son hombres de uniforme. Tienen unas barbas extrañas. Llevan antiguos fusiles y zapatos pesados, los que puedo escuchar a distancia, mientras me mezclo con la gente. Las calles son angostas, laberínticas. Muchos mercaderes me hacen tropezar, rodar entre las naranjas y los limones. Siento el aroma de mil condimentos. Aun así, logro perderlos; comienzo a notar que las ropas son muy extrañas. Que hablan una lengua nueva para mí, aunque por algún motivo la entiendo.

Mientras busco refugio en uno de los tantos rincones de la antigua ciudad, me percato de que yo también estoy vestido con ropas diferentes. Parecen como de marinero. Incluso mi apariencia cambió. Tengo el cabello más largo y me veo más corpulento. Sin importar dónde este, me siento seguro, curioso de conocer, pero también decidido a continuar mi viaje.

Siento disparos a lo lejos, me siento resbalar por maderos húmedos: Es un puerto. Aunque podría arriesgarme a correr, para evadir las balas, decido dejarme caer al mar. Siento que un cuerda me rodea la pierna y que soy jalado. Luego me tomo de la mano de alguien, al que no le veo el rostro. Tan solo veo el reflejo de las estrellas en su silueta. Me doy cuenta que estoy de pié, en alguna clase de embarcación: Un velero. Este parte con destino incierto. Percibo que nos movemos a muchos nudos; el viento se vuelve fuerte. Debo quitarme la chaqueta y ayudar. Enfrentamos el mar. Pero éste es más fuerte que nosotros.

El barco se da vuelta una y otra vez, se deshace como si fuera de papel. Las maderas se abren. Me sujeto de algo, como un madero, pero no sé qué es. Parece la piel de un animal muy grande, algo muy frió y muy sólido, como si fuera alguna clase de ballena o delfín. Este se mueve con gran rapidez. Puedo notar que su velocidad es mucho mayor; este se desplaza hasta llegar a lo que parece un gran bloque de hielo. Allí siento que me deja seguir mi camino.
Yo debo correr por sobre este hielo, saltar de a uno en uno, mientras éste se derrite. Caigo al agua, trato de nadar, pero el agua está congelada. Me sumerjo. Siento un arpón rodear mis ropas. Creo ver un esquimal cazándome. Yo salto por encima de él y escapo; continuo corriendo, mientras una avalancha de nieve cae a mis espaldas. Veo un extraño animal que parece un oso polar, pero por su velocidad no es posible. Yo me subo sobre él para esquivar el peligro. Este se detiene al borde de un acantilado. Aunque me sostengo, no me alcanza la fuerza para no caer. Debo soltar los pelos del animal. Caigo desde muy alto, a gran velocidad; parece que estoy a cientos de kilómetros en el aire.

Continúo cayendo, tratando de aprender a volar en segundos. En vez de eso, veo venir una gran ave. Intento acercarme a ésta, usando mis brazos y mis piernas; me sostengo de su lomo. Veo la gran envergadura de sus alas. No sé qué ave es. Demasiado grande para mi conocimiento. El ave viaja cientos de kilómetros, hasta que da un giro y me deja caer.

Parece que estoy en un desierto. Hace mucho calor. Caigo de rodillas, cuando un grupo de caballos salvajes pasa literalmente sobre mí. Hasta que siento que mis manos se toman de las crines del más veloz. De alguna manera estoy sobre él, cabalgando en medio de una tormenta de arena. Siento la respiración de todos ellos , el latir de sus corazones y el rugir de sus motores.

Llegamos a una pradera, me imagino que es para beber. Pero cuando el caballo baja su cabeza, siento caer dentro de una laguna. Cuando intento escapar, veo que me es imposible. Allí dentro no se ve nada, tan solo un reflejo del exterior, lo que parecen luces verdes, amarillas y rojas. Trato de nadar, cuando siento que algo me atrapa. Un gran animal, de grandes mandíbulas, me lleva rió arriba. Presiento que pronto voy a llegar a tierra, cuando me escapo de sus fauces. Vuelvo a zambullirme en el agua, cuando veo sobre mí una extraña estela.

Escucho el sonido de balas, explosiones. Saco mi cabeza fuera del agua. Veo cientos de soldados luchando. Salgo del agua. Corro por los campos minados. Corro entre las trincheras. Siento que todo explota a mí alrededor. Veo caer grandes aviones del cielo. Mis piernas parecen recuperar velocidad. En un momento siento despegarme del suelo, perder gravedad. Siento encontrar escalones en alguna parte, entre la tierra y el cielo, como si algo me atrajera; puedo caminar entre las nubes. Estoy flotando por el cielo, cuando cientos de rocas caen del alguna parte.

Es algún meteorito. Asteroide. Algún planeta que cae sobre mí. Es una batalla librada en las estrellas y alguna civilización que colapsa frente a mis ojos. Yo quiero presenciar esto de más cerca. Así que estiro mis brazos, mis piernas; me impulso y mi cuerpo se dirige al espacio. Puedo atravesar la atmósfera. Puedo respirar en el espacio. Siento que puedo viajar a cientos, a miles a millones de años luz. Puedo abrir mis ojos de par en par, ver el cosmos cara a cara. Puedo sonreírle al sol. Puedo tocar los cometas. Puedo sentir el infinito en mis venas.

Es cuando veo las gigantescas naves. Enormes seres batiéndose a duelo. Siento una energía que jamás había conocido y como si llegara el fin de algún planeta. Una explosión gigantesca, masiva, enorme, increíble, maravillosa, antes mis ojos. No siento temor alguno, ya que cuando esta viene, extiendo mis brazos, y vuelo en medio de ella. Cruzo cada parte de ésta, siento cada gramo de tierra, de piedra, siento cada gota de lluvia, cada vida creciendo, siento las alas desplegarse. Siento el correr de la sangre de cada ser viviente, el latido de todo animal. Las lagrimas de algunos deslizándose por la piel de otros que aman. Siento los huesos chocando contra otros que odian. Siento las carnes partiéndose cuando el metal los atraviesa. Siento el plomo entrando en cada poro. Siento lo frágil y efímero de cada uno de ellos. Pero también siento una energía que no se termina con ninguna bomba, con ningún misil, con ninguna guerra. Siento los errores que cometieron. Y siento que es el final que se buscaron.
Pero aun así decido que éste no debe ser el final. Siento que todo ese fuego no vale la pena. Que sí vale la pena la vida que antes lo habitaba. Las plantas, las bestias, las aves, los hombres. Y que voy, estoy corriendo otra vez, aquí estoy, aquí voy no importa nada de lo que pueda pasar. Le doy vuelta a la página, yo le doy vuelta a la página otra vez. Que se haga la vida otra vez. Que vuelva a girar este planeta. Que vuelva a amanecer la tierra. Aquí vamos todos. Hoy crecerán mis flores ambarinas otra vez.

Desecho Canino Seco

Yo no podía evitar dejar de mirarla, parecía ayer que éramos una joven pareja de recién casados.
Cuando los planes son seguir en la marcha, cuando no hay mas esperanzas, cuando todo aburre tanto al punto que seria mejor volarse las tapas del jodido seso.

Aun así, de tener tiempo para responder, de escoger lo correcto, aun así preferí, (tiempo pasado) hacer lo incorrecto, tomar el camino izquierdo, ir a la sombra, a la izquierda del padre, cortar la mano del simio, quebrantar la ley, ahogarme de la sabia de la vida y desperdiciarla, escupir al cielo, tocarlo con mis manos, burlarme de cada cosa que esta bien, y no querer lograr nada en la vida.

¿¡Eres un hombre o una ameba?!!, o que clase de hombre eres?? Dirían..

Shakespeare puede olerme las panties, perros hervidos..
Si pero no ahora mismo, culpable, me declaro, mordiendo una media vieja, perdiendo las riendas, tocando la campana del señor Dalton.
Muriendo de desinteria creativa y de hambruna afectiva.

Por que hay que señalar lo incorrecto, cuando la verdad, es que no queda otra que transitar el camino, por mas equivocado que estés.
Si miren a su alrededor, encuentren ese pedazo de inspiración, en ese melón que tienen por cabeza, y saquen un poema, para leer frente a todos.

Señoriíto pulcro y deliberante de nadas, comprimidas en excrecencia vespertina, encontrando la sintonía del dolor dentro de las tripas, gritando por ser bendecido con sangre, y desesperadamente ladras una razón para estar vivo en tanta mierda.

O abatido, o acabado por los tiempos, tallado tus surcos con salitre marino, tu sangre seca, como fideos podridos en el platon de la mamona.
De la separada por los caminos del vientre de la puerca,
De que lado estas, de que lado saldrá la esputación.
El follaje tragado al caer en las aguas de la predicción, de sentir que el abismo te chupa de una manera, como ninguna sensación anterior.

Y la luz perdura a pesar de la indexación, y el punto es que es feo estar solo no es asi?
Lame mis heridas, corta mis ansias de poder, dame una felicidad magra cual caramelo barato y sensación de rabia contenida.
Dame la impresión de ser grande, cuando nadie lo es, si nadie lo es todos lo somos, si todos lo somos nadie lo es en verdad.
He dicho y que se oiga.

Hecho verídico con fecha incierta por un anónimo.

4/5/09

ASTEROIDE

Era lunes. Pero no cualquier lunes, era el dia en que sabíamos que saldríamos de la tierra. Todas las personas que alguna vez lucharon en contra de la guerra, pero que se habían dado cuenta que los hombres del poder no cambiarían. Por esta razón, hace mucho tiempo, que veníamos tratando de hacer contacto con “otros”, fuera de nuestro planeta.

Así fue como casi sin darnos cuenta, hace más de tres décadas que tenemos contacto con ellos, que nos comunicamos a través de la telepatía. Claro que al principio nosotros estábamos muy atrasados, por eso “ellos” nos enseñaron muchas cosas, no solo métodos de comunicación, también de conocimientos científicos, o de nuevas tecnologías.

Entre tanto caos, hoy nos reunimos muchas personas de diferentes países, cada uno en un sitio estratégico, para esperar. Yo con un grupo de gente estábamos en las ruinas de Machu Pichu. Había eruditos en todas las áreas.

Así fue como después de esperar alrededor de diez horas, llegó a nosotros una nave inmensa, de la cual nosotros ya teníamos conocimiento. Es difícil explicar lo que sentimos, una mezcla de tranquilidad, con sorpresa y de felicidad con incertidumbre. Yo en lo personal me sentía asustado; creo que otros muchos también. Pero como todo era nuevo, era muy difícil expresarlo con palabras.

Ellos eran del planeta Vega y aunque al principio no sabíamos cómo decirles, ellos nos dijeron que tan solo les digamos “veganos”. Como a los asteroides que cayeron hace algunas décadas en la tierra. Este había sido nuestro primer contacto con ellos, al descubrir señales de vida inteligente en algunos fragmentos.

El viaje nos llevó muy lejos de la tierra, a un lugar desconocido por nosotros. Aunque mi área no era la astronomía, sí conocía algo de planetas, estrellas y del cosmos. Pero lo que mis ojos vieron en cuestión de horas, era totalmente nuevo.

Yo creía que iríamos al planeta Vega, pero ellos dijeron que el planeta a donde nos dirigíamos era muy parecido a nuestro antiguo hogar. Que seria mas fácil acostumbrarnos allí.

Había pasado un período de tiempo, imposible de contabilizar con nuestros métodos. Puede que pasaran años, o segundos. Nuestros conocimientos se volvían obsoletos a este punto. Entonces uno de ellos, el que más se comunicaba con nosotros nos dijo, que estábamos por llegar a “ese” planeta, del que hablaban.

Al mirarlo, era llamativo el asombroso parecido que tenía con la tierra; por momentos parecía nuestro antiguo hogar.
La nave se adentró en la atmósfera, poco a poco. Era curioso, parecía el planeta tierra pero muchos años atrás. Cuando aún había muchas selvas, muchos bosques ;era bello ese planeta, pero lo que me asustaba, era que si parecía tan natural, quería decir que tal vez también era primitivo. Pero mi confianza en ellos, seguía firme.

Entonces, la nave aminoró su velocidad y aterrizó; estaba bien decirle así, porque esta sería nuestra nueva “casa”. Bajamos todos, con mucha expectativa de conocer este planeta. Sobre todo, saber si había vida.
La sorpresa fue más grande, cuando la encontramos. Se veía a lo lejos un ser, con extrañas ropas, como de algún imperio, pero no estaba seguro.

Al acercarnos a éste, nos dió gusto que fuera amigable. Pero nos perturbó un poco el hecho de que sus ropas sí eran conocidas para muchos de nosotros. Parecía alguien del desaparecido imperio Maya.
Tratamos de comunicarnos con este hombre, aunque nos fue difícil. Pero al final logramos entablar una “especie” de diálogo. Este nos invitó a su aldea.

Allí fue donde nos dimos cuenta, de que estábamos en lo cierto. Al parecer eran pirámides Mayas. Sus símbolos, su cultura. Sin duda no estábamos en otro planeta, el único cambio es que estábamos cientos de años atrás, en la misma tierra.

No entendíamos por qué nos trajeron aquí. Lo único que pude pensar, fue en que tal vez, sabiendo lo que pasaría con nuestro planeta, podríamos hacer algo para que fuera diferente ;los que veníamos de ese “futuro” y las personas del “pasado”, aun así, teníamos muchas dudas, las que nunca pude preguntar, ya que cuando nos dimos cuenta, ellos los “veganos” ya se habían marchado.