4/5/09

ASTEROIDE

Era lunes. Pero no cualquier lunes, era el dia en que sabíamos que saldríamos de la tierra. Todas las personas que alguna vez lucharon en contra de la guerra, pero que se habían dado cuenta que los hombres del poder no cambiarían. Por esta razón, hace mucho tiempo, que veníamos tratando de hacer contacto con “otros”, fuera de nuestro planeta.

Así fue como casi sin darnos cuenta, hace más de tres décadas que tenemos contacto con ellos, que nos comunicamos a través de la telepatía. Claro que al principio nosotros estábamos muy atrasados, por eso “ellos” nos enseñaron muchas cosas, no solo métodos de comunicación, también de conocimientos científicos, o de nuevas tecnologías.

Entre tanto caos, hoy nos reunimos muchas personas de diferentes países, cada uno en un sitio estratégico, para esperar. Yo con un grupo de gente estábamos en las ruinas de Machu Pichu. Había eruditos en todas las áreas.

Así fue como después de esperar alrededor de diez horas, llegó a nosotros una nave inmensa, de la cual nosotros ya teníamos conocimiento. Es difícil explicar lo que sentimos, una mezcla de tranquilidad, con sorpresa y de felicidad con incertidumbre. Yo en lo personal me sentía asustado; creo que otros muchos también. Pero como todo era nuevo, era muy difícil expresarlo con palabras.

Ellos eran del planeta Vega y aunque al principio no sabíamos cómo decirles, ellos nos dijeron que tan solo les digamos “veganos”. Como a los asteroides que cayeron hace algunas décadas en la tierra. Este había sido nuestro primer contacto con ellos, al descubrir señales de vida inteligente en algunos fragmentos.

El viaje nos llevó muy lejos de la tierra, a un lugar desconocido por nosotros. Aunque mi área no era la astronomía, sí conocía algo de planetas, estrellas y del cosmos. Pero lo que mis ojos vieron en cuestión de horas, era totalmente nuevo.

Yo creía que iríamos al planeta Vega, pero ellos dijeron que el planeta a donde nos dirigíamos era muy parecido a nuestro antiguo hogar. Que seria mas fácil acostumbrarnos allí.

Había pasado un período de tiempo, imposible de contabilizar con nuestros métodos. Puede que pasaran años, o segundos. Nuestros conocimientos se volvían obsoletos a este punto. Entonces uno de ellos, el que más se comunicaba con nosotros nos dijo, que estábamos por llegar a “ese” planeta, del que hablaban.

Al mirarlo, era llamativo el asombroso parecido que tenía con la tierra; por momentos parecía nuestro antiguo hogar.
La nave se adentró en la atmósfera, poco a poco. Era curioso, parecía el planeta tierra pero muchos años atrás. Cuando aún había muchas selvas, muchos bosques ;era bello ese planeta, pero lo que me asustaba, era que si parecía tan natural, quería decir que tal vez también era primitivo. Pero mi confianza en ellos, seguía firme.

Entonces, la nave aminoró su velocidad y aterrizó; estaba bien decirle así, porque esta sería nuestra nueva “casa”. Bajamos todos, con mucha expectativa de conocer este planeta. Sobre todo, saber si había vida.
La sorpresa fue más grande, cuando la encontramos. Se veía a lo lejos un ser, con extrañas ropas, como de algún imperio, pero no estaba seguro.

Al acercarnos a éste, nos dió gusto que fuera amigable. Pero nos perturbó un poco el hecho de que sus ropas sí eran conocidas para muchos de nosotros. Parecía alguien del desaparecido imperio Maya.
Tratamos de comunicarnos con este hombre, aunque nos fue difícil. Pero al final logramos entablar una “especie” de diálogo. Este nos invitó a su aldea.

Allí fue donde nos dimos cuenta, de que estábamos en lo cierto. Al parecer eran pirámides Mayas. Sus símbolos, su cultura. Sin duda no estábamos en otro planeta, el único cambio es que estábamos cientos de años atrás, en la misma tierra.

No entendíamos por qué nos trajeron aquí. Lo único que pude pensar, fue en que tal vez, sabiendo lo que pasaría con nuestro planeta, podríamos hacer algo para que fuera diferente ;los que veníamos de ese “futuro” y las personas del “pasado”, aun así, teníamos muchas dudas, las que nunca pude preguntar, ya que cuando nos dimos cuenta, ellos los “veganos” ya se habían marchado.


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